Llegar a Cala Figuera, una de las calas más pintorescas de las Islas Baleares, donde el mar Mediterráneo se encuentra con acantilados rocosos y un ambiente sereno que invita a desconectar. Este rincón en Mallorca, accesible desde el norte de la isla, es perfecto para quienes buscan playas tranquilas lejos del bullicio turístico masivo. Con su arena fina y aguas cristalinas, Cala Figuera se ha convertido en una opción altamente valorada por visitantes que aprecian la autenticidad balear.
Lo que hace única a Cala Figuera es su entorno natural preservado, ideal para amantes de la naturaleza y el senderismo. Puedes explorar los senderos cercanos que llevan a miradores con vistas impresionantes del mar, o simplemente extender tu toalla en la playa y disfrutar del sol. La proximidad al puerto pesquero añade un toque local, donde ves barcos tradicionales y pescadores en su rutina diaria. Además, el acceso controlado mantiene la playa en un estado impecable, con servicios básicos como duchas y aparcamiento cercano a un precio moderado.
El ambiente en Cala Figuera es de pura relajación, con el sonido de las olas rompiendo suavemente y el aroma salino del mar envolviéndote. Es un lugar donde el tiempo parece detenerse, perfecto para leer un libro bajo la sombra de un pino o hacer snorkel para descubrir la vida marina vibrante. Los atardeceres aquí son mágicos, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rosas que reflejan en el agua calmada, creando momentos inolvidables para parejas o familias.
En cuanto a actividades, Cala Figuera ofrece opciones variadas para todos los gustos. Puedes alquilar kayaks o practicar paddle surf directamente en la playa, explorando las cuevas marinas cercanas. Para los más aventureros, hay rutas de ciclismo que conectan con otros pueblos de Mallorca, como Alcúdia. Los chiringuitos aledaños sirven platos frescos de pescado a precios accesibles, destacando la cocina mallorquina con ingredientes locales. No te pierdas un paseo por el puerto para probar mariscos recién capturados.
Este enclave es ideal para familias que buscan seguridad, ya que las aguas son tranquilas y poco profundas, perfectas para niños. Los parejas encontrarán romance en su aislamiento relativo, mientras que los viajeros solitarios aprecian la paz para meditar o escribir. Incluso grupos de amigos pueden disfrutar de barbacoas permitidas en zonas designadas, fomentando un ambiente comunitario sin excesos. Su versatilidad la hace una elección sólida para cualquier tipo de vacaciones en las Islas Baleares.
Como insider tip, visita Cala Figuera temprano por la mañana para evitar multitudes y capturar la luz dorada que ilumina la cala. Lleva protector solar y agua, ya que el sol mallorquín es intenso. Si planeas una escapada, reserva alojamiento cercano en Pollensa para maximizar tu tiempo aquí. Ven y descubre por qué este lugar es un tesoro oculto de Mallorca; te aseguramos que querrás volver.
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