La Platja del Port de Pollença es uno de esos lugares en Mallorca que captura la esencia del Mediterráneo con su arena fina y aguas cristalinas. Situada en el norte de la isla, en el encantador Pollença, esta playa te invita a desconectar del ajetreo diario y sumergirte en un entorno natural privilegiado. Con su proximidad al puerto y las vistas a las montañas, se ha convertido en una opción altamente valorada por visitantes que buscan tranquilidad y belleza auténtica.
Lo que hace única a esta playa es su combinación perfecta de accesibilidad y encanto natural. Imagina caminar por la promenade junto al mar, flanqueada por palmeras y chiringuitos que ofrecen un ambiente relajado sin ser abrumador. El agua azul turquesa invita a un chapuzón refrescante, mientras que el fondo arenoso es ideal para nadar o practicar snorkel. Además, cuenta con una entrada accesible para sillas de ruedas, lo que la convierte en un espacio inclusivo para todos los que desean disfrutar de sus delicias.
El ambiente en la Platja del Port de Pollença es sereno y rejuvenecedor, perfecto para quienes viajan a Mallorca en busca de paz. Al amanecer, el sol ilumina el horizonte, tiñendo el mar de tonos dorados, y por la tarde, las sombras de las montañas del Tramuntana crean un paisaje casi mágico. Escucharás el suave romper de las olas y el bullicio distante de los barcos en el puerto, una sinfonía que te transporta a un mundo de calma. Es un lugar donde las familias construyen castillos de arena y las parejas pasean de la mano, sintiendo la brisa marina en la piel.
Entre las comodidades que ofrece esta playa, destaca su accesibilidad para personas con movilidad reducida, con rampas bien mantenidas que facilitan el acceso directo a la arena. Puedes alquilar sombrillas y hamacas a un precio moderado, o simplemente extender tu toalla en la playa pública. Cerca, el Passeig de Londres alberga cafeterías y restaurantes donde probar platos locales como paella o ensalada mallorquina, todo con vistas al mar. Para los más activos, hay opciones de kayak o paddle surf, adaptadas a diferentes niveles.
Esta playa es ideal para una variedad de visitantes: familias que buscan seguridad para los niños gracias a las aguas poco profundas, parejas en busca de romance con atardeceres inolvidables, o incluso excursionistas que la usan como base para explorar Pollença y sus alrededores. Los locales la recomiendan para quienes desean una experiencia auténtica lejos de las multitudes de Palma o Alcúdia. Si viajas con amigos, es perfecta para un día de picnic con vistas al puerto.
Nuestro consejo: llega temprano para encontrar el mejor sitio y combina tu visita con un paseo por el puerto vecino, donde los yates y la vida marinera añaden un toque especial. La Platja del Port de Pollença no solo es un destino, sino una invitación a reconectar con la naturaleza de Mallorca. ¿Estás listo para descubrir este tesoro? Ven y déjate cautivar por su magia.
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