Llegar a un rincón de Mallorca donde la naturaleza se muestra en su forma más espectacular. Sa Calobra, esa playa escondida en Escorca, te invita a desconectar del bullicio y sumergirte en un paraíso costero. Situada en el corazón de la Serra de Tramuntana, este lugar es un verdadero tesoro para los amantes de la tranquilidad y las vistas impresionantes. Como uno de los lugares más visitados de la isla, Sa Calobra combina acantilados imponentes con aguas turquesas que te harán olvidar el estrés diario.
Lo que hace única a Sa Calobra es su acceso legendario a través de la carretera de Sa Calobra, una ruta serpenteante de 12 kilómetros llena de curvas que parece desafiar la gravedad. Una vez allí, la playa de Sa Calobra te recibe con su arena fina y guijarros pulidos por el mar, ideal para un chapuzón refrescante. Los visitantes destacan la pureza del entorno, donde el Torrente de Pareis desemboca en el mar, creando un espectáculo natural que cambia con las estaciones. No es solo un sitio para bañarte; es un punto de partida para explorar cuevas cercanas y senderos que te llevan a rincones vírgenes de Escorca.
El ambiente en Sa Calobra es mágico, especialmente al atardecer, cuando el sol tiñe los acantilados de tonos dorados y el sonido de las olas se mezcla con el canto de las aves. Sientes la brisa mediterránea en la piel mientras caminas por el Nexe del Torrent, un túnel natural que añade un toque de aventura. Es un lugar que evoca paz y admiración, perfecto para fotos que capturan la esencia de Mallorca. Muchos describen la experiencia como rejuvenecedora, un escape donde el tiempo se detiene y solo existe el ritmo del mar.
Aunque Sa Calobra no ofrece servicios lujosos, su simplicidad es su mayor atractivo. Puedes alquilar sombrillas y tumbonas a un precio moderado, lo que facilita una jornada cómoda sin complicaciones. Hay chiringuitos cercanos donde probar platos locales como ensalada payesa o pa amb oli, todo a un nivel accesible que se adapta a presupuestos variados. Para los más activos, el área invita a snorkel en aguas cristalinas o a un paseo por el Mirador de Sa Calobra, desde donde las vistas al mar son inolvidables. Recuerda llevar protector solar y agua, ya que el sol mallorquín es intenso.
Este rincón es ideal para familias que buscan seguridad en un entorno natural, parejas románticas que desean intimidad o excursionistas aventureros listos para desafíos. Si viajas con niños, la playa poco profunda es segura para jugar, mientras que los adultos aprecian la oportunidad de desconectar. Para los amantes de la naturaleza, Sa Calobra representa la Mallorca auténtica, lejos de las multitudes de Palma. Es una opción versátil que se ajusta a diferentes ritmos de viaje, siempre con esa calidez isleña que hace sentir como en casa.
Como insider, te recomiendo visitar Sa Calobra temprano por la mañana para evitar el tráfico en la carretera y disfrutar de la playa en su máximo esplendor. Combínalo con una parada en el monasterio de Lluc cercano para una ruta completa por Escorca. No te lo pierdas; este lugar te dejará con recuerdos imborrables y ganas de volver. ¿Estás listo para explorar Sa Calobra y sus maravillas? Ven y descubre por qué es un favorito entre los viajeros que buscan lo genuino en Mallorca.
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